El Mercurio Legal / 6 de Enero 2021
"...La innovación está en implementar un sistema de separación de objetivos en una estructura integrada y, en ello, será fundamental la labor del Consejo de la CMF, que permita, finalmente, un ejercicio de la supervisión —regulación y control prudencial y conductal— coherente, equilibrado, transparente y eficiente, que facilite el cumplimiento de ciertos fines fundamentales..."
La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) anunció que su consejo aprobó una nueva estructura interna de supervisión por objetivos, según indica un comunicado de prensa reciente. Lo que implementará la agencia de supervisión financiera chilena es estructurar un sistema de supervisión —que para estos efectos incluye el mercado de valores, seguros y banca— ajustado al modelo Twin Peaks, recogiendo, de esta manera, según lo informa la propia CMF, las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esto quiere decir que a partir de enero de 2021 la CMF tendrá una estructura interna que dividirá los objetos de supervisión, esto es, prudencial o solvencia, por lado y, conducta, por el otro, en pilares separados y, para cada uno de ellos, existirá una dirección de regulación y una de supervisión. Debemos entender que hay cierta innovación, considerando que el modelo Twin Peaks que propuso Taylor buscó, fundamentalmente, separar los objetivos de supervisión en órganos distintos que deben actuar coordinadamente, abandonando el sistema de supervisión integrado. Como sabemos, nuestro legislador abandonó las recomendaciones de la Comisión Desormeaux —cuya propuesta fue implementar un sistema de supervisión por objetivos— y durante la tramitación parlamentaria de la Ley 21.000, que creó la CMF, giró a un sistema integrado.
Lo que implementará la CMF, por acuerdo de su consejo, viene a dar un giro importante en materia de supervisión financiera, probablemente con cierto aire innovador, pues mantiene una estructura integrada, que fue finalmente la que recogió el legislador chileno en una etapa avanzada del proyecto de ley que creó la nueva institucionalidad de supervisión financiera, para luego, bajo las facultades que la ley supuestamente le confiere al consejo, según el criterio interpretativo de este último, implementar un sistema de supervisión por objetivos, pero con la salvedad de que el Twin Peaks queda inserto en la estructura interna de la CMF. Para cada uno de los pilares —prudencial y conductual— se crean dos direcciones, una de regulación y otra de supervisión (fiscalización o control), como ya señalamos. Con ello y, como la propia CMF comunica al público, se busca implementar una nueva estructura que “fortalece el modelo de supervisión de la comisión y sus capacidades para cautelar la solvencia de los intermediarios financieros, la conducta en el mercado y la protección del cliente financiero”.
Pues bien, en nuestra opinión, la autoridad de supervisión chilena da cuenta con este giro de las tensiones que provoca la integración conductual y prudencial, que derivan en la preponderancia de un objetivo sobre otro, dando lugar a desequilibrios que pueden provocar efectos nocivos y sistémicos en el sistema financiero, como ocurrió el año 2007 a propósito de la llamada crisis subprime. Luego, el informe emitido por el FMI advierte que su recomendación no se trata de un modelo puro de supervisión por objetivos (Twins Peaks), al no quedar estos a cargo de órganos separados y autónomos. Sin embargo, se enfatiza un punto que podría ser una ventaja: mejor coordinación en el manejo de los objetivos al estar integrados en una sola agencia de supervisión y todos los sectores sujetos a la supervisión en un solo órgano con objetivos internamente separados, lo que haría más eficiente la coordinación y el manejo de conflictos de intereses.
En nuestra opinión, la propuesta que ha adoptado la CMF podría ir en el camino correcto, al recoger la experiencia comparada del modelo Twin Peaks que recomendó inicialmente la Comisión Desormeaux, reconociendo la necesidad de separar con claridad el manejo de los objetivos prudencial y conductual del sistema financiero. La innovación está en implementar un sistema de separación de objetivos en una estructura integrada y, en ello, será fundamental la labor del Consejo de la CMF, que permita, finalmente, un ejercicio de la supervisión —regulación y control prudencial y conductal— coherente, equilibrado, transparente y eficiente, que facilite el cumplimiento de ciertos fines fundamentales: transparencia, eficiencia y estabilidad del sistema financiero, unido a una adecuada protección de los diversos intervinientes del mercado.